Estuve el sábado en Kyoto. Lo menos hace falta una semana para verlo todo. A buen ritmo y hora prudente salí, en tren (a unos 90 minutos de mi casa, a 30 de Osaka), con mochila, cámara, 2 libros, barómetro, brújula y altímetro.
Estuve por una zona de templos y santuarios. Abajo están los alrededores y jardines de alguno que no recuerdo su nombre.
Esto se encuentra siempre en los santuarios sintoistas. Son trocitos de papel con algo escrito y una especie de fuente con unos cacitos con los que te lavas las manos y la boca para purificarte (cuando te enjuagas la boca es menester que no la escupas a la misma fuente de donde la coges; se escupe, pero al lado).
Construcciones con arena en el jardín de un templo budista.
Una calle de la zona.
El camino empedrado.
Y por ahí no se podía pasar.
Kyoto es un lugar magnífico. Mañana no trabajo, es fiesta en Japón, día del Deporte.










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