Se me torció el semblante al comprobar esta mañana mi horario para el próximo curso académico (que aquí comienza en abril). En efecto, tendré una mierda de horario. Lo cual, y por lógica, no me sorprende demasiado... Mierda de contrato, mierda de condiciones, mierda de horario... Pero no es esto una queja o lamento, pues no estoy para nada descontento con mi aventura japonesa. Pero esto no quita que mis condiciones laborales sean pestosas. No obstante, soy optimista y espero buenas cosas.

Ayer jugué al tenis 2 horas y media. Qué diferencia jugar con una raqueta de verdad, zapatillas y calcetines adecuados. En cada sesión aprendo algún gesto técnico nuevo y pulo mis formas. Digamos que no destaco entre la muchachada, nadie se detiene a comentar lo bueno o malo que soy... En definitiva, soy uno más.