Con esta entrada supero en número, 146, a las de Diego en Jordania, todo un logro.

El día de Navidad asistí a un concierto de la Orquesta Sinfónica de la Universidad de Kobe en Nishinomiya, ciudad tipo Alcorcón que forma parte de la urbe Kobe-Osaka. Fui con Yumi, alumna, para ver a Youhei, alumno, tocar el trombón y con invitación gratuita. Como todo lo japonés, muy serio y preparado. Salí del concierto con dolor de cabeza, motivado en gran parte por la asistencia masiva de público y la escasez de oxígeno en la sala. El programa, además, era movido, comenzando con la Marcha Eslava de Tchaikovsky. La presencia en el escenario de platillos y el gong (vocablo proveniente del malayo gong) ya hacía presagiar lo animado de la pieza. Vamos que ni el Día de las Fuerzas Armadas al paso de la Legión. Pues eso, entra la falta de oxígeno y la animación salí con mal temple y un tremendo sueño (vamos, otra pieza más y me rindo). Pero me lo pasé bien y fue entretenido.

Algunas fotos de la sala y el edificio. Muy bonito. No pude hacer más fotos del interior porque se me abalanzó un acomodador para decir que nada de fotos.

Había ambiente navideño en la ciudad...

Y sin venir a cuento...