Ya estoy de vuelta en Japón y comienza un nuevo curso pericial. Pasé un mes en España, sufriendo un choque cultural que no experimenté en Japón. En efecto, ruido, suciedad, orines y excrementos perrunos (marranos los dueños, claro), yonkis con las piernas partidas, yonquis reunidos a la entrada de las iglesias dándole a la litrona y esperando un acto de caridad, banca incompetente, piratería, caraduría... Bueno, también tiene su encanto. Me pertreché de música, series y películas que consumiré compulsivamente.
Aproveché para escanear algunas fotos antiguas. Y voy a poner algunas fotos mías para darle cara a las palabras. Las acompaño con algún comentario.
Allá por los años 1993 y 1994 en los Estados Unidos. Por Arizona, con la boca seca.
El Gran Cañón. Lo de Colorado va por lo del río, no porque esté en el estado de Colorado.
Aquí estoy con el abuelo Frank. Él me enseñó a conducir en ese flamante coche.
Amigo del cole. Leandro, brasileño. No sé si la pose es natural o fingida.
Oxford. Verano de 1996. Y no, no me compré una camiseta de la Universidad de Oxford. Me esperó a sacarme un titulito.
Un poco más de EE.UU. Esta vez corrían los años 1997 y 1998. En San Diego, en un banco con mi nombre.
La cosa se complica. Aventura rusa durante el curso 1999-2000. Las tres leyendas de los Urales de crucero por el Volga. Javier García Alonso, Alejandro Hereza Cortés y un servidor.
Siguiendo por Rusia. En la ciudad de Perm y no sé lo que se nos había perdido por allí...
En Atenas. Me da que fue un viaje que hice mientras estaba en Macedonia en el 2001.
Debía ser el invierno del 2002 o 2003, en Sofía.
Extrañamente no tengo ninguna foto del casi año entero que me pasé en Escocia. Uhmmm, no me hagáis hablar.
Lo dicho, a seguir luchando.
Extrañamente no tengo ninguna foto del casi año entero que me pasé en Escocia. Uhmmm, no me hagáis hablar.
Lo dicho, a seguir luchando.










3 Comentarios.:
Permitame que mencione el avanzado estilismo en la foto con Leandro. Ese craneo aparentemente rasurado oculta en gran medida ese pedazo de cola creando de por si un todo cuando menos, reseñable.
Por otra parte, el espectador avezado sin duda no dejará escapar el detalle de las gafas de sol (¿?) redondas y anaranjadas.
Con esto podemos concluir que tu etapa gringa, a nivel estílistico, fue una de las más atrevidas.. Valoro mucho que hagas pública toda esta documentacion gráfica.
Un abrazote.
Ahí estamos... Época de confusión. Por cierto, gracias por hacerme ver que no es necesario grapar el original a la traducción...
Paz, monstruo.
A sus ordenes
Publicar un comentario
Deja aquí tu huevecico.