Tras doce días y unas 1.500 fotos, ya estoy de vuelta de Corea. Mucho templo, muchas luces, muchos kilómetros, alguna que otra expedición (pequeña, eso sí), lluvias y tifones-tormentas tropicales (la diferencia no me queda clara). He visitado Busán (o Pusán, porque no distinguen el par b/p), Gyeongju, Daegu (o Taegu, porque no distinguen el par t/d), Haeinsa y Seúl. Busán a fondo, Gyeongju un poco de pólvora mojada porque la mayor atracción era el disparo fotográfico a una estatua para llegar y encontrarme muchos carteles de 'no foto' y vigilantes. Seúl fue definitivamente pasado por agua, con tres días seguidos de agua. Me quedo con muchas cosas: magnífico país y ciudadanos, gran sentido del humor (que se acrecienta con la falta del de mis anfitriones -sin ser esto una crítica-), mucho bullicio, mucha luz, a modernidad le pueden dar un repaso a Japón, transporte público fantástico y tres veces más barato que en mi país anfitrión, naturaleza apabullante, templos imponentes e idioma agradable al oído. Busán (2a ciudad más grande del país, al sur) me ha parecido una ciudad estupenda, Seúl, salvaje. Vamos, que Japón se lleva toda la fama pero Corea tiene un brillante futuro por delante.
En días sucesivos iré subiendo algunas fotos y haciendo algún comentario jocoso-festivo.
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