lunes, 13 de abril de 2009

Vocaciones, picnic y crepes.

Se termina la época de las florecitas de los cerezos, algo grande en Japón. Creo que fue más o menos los primeros días que estuve por aquí (es algo breve) así que me lo he perdido. La historia es que les gusta irse a los parques, hacer barbacoas, beber, comer... Pero, menudas barbarcoas y como van de equipados. Pues a un picnic de estos fui ayer, pocas flores. Estuvimos en el centro, en una especie de parque, cerca de una especie de río pequeño. Iba invitado por parte de unos españoles que estudian en mi universidad y que a su vez habían sido invitados por un japonés. Estaba el parque a reventar, ambiente majo (una cosa de estas en España hubiera resultado mucho más perulla, pero estos son muy finos). Les gusta beber y aguantan poco, a las dos cervezas ya empiezan a hacer el tonto. Unos cuantos terminaron por el río bastante perjudicados pero, insisto, hasta para eso son finos.

En las primeras clases pues me dedico a conversar con la alumnada para comprobar el estado de las cabezas. Una pregunta obligada es el 'qué quieres ser de mayor/en el futuro'. He recibido respuestas originales y extrañísimas. En Japón, por lo general las universidades no son muy grandes y hay muchas, especializadas en algo (negocios, tecnología, etc.). La mía es de lenguas, relaciones internacionales... Ninguno me ha dicho que quiera ser profesor y he escuchado cosas que pensaba que eran una broma pero no. La mayoría son chicas, muchas quieren ser azafatas, dedicarse a la moda y, de las mejores respuestas, a vender muebles y al mundo del fieltro (sí, lo de los sombreros, había una chica con auténtica pasión por el fieltro). Más de uno me ha dicho que se quieren dedicar a temas de logística, extraño porque justo al lado de mi universidad hay otra que precisamente se llama 'universidad de logística'. En fin. Otra que no se acuerda de la ciudad donde nació, chicas que se quieren dedicar al mundo del fútbol... Por eso, creo que no les extraña cuando les digo que vine a Japón por el té verde y el arroz blanco. Pasaba apuro para responder a ese tipo de preguntas, así que he terminado diciendo eso, arroz y té. Como la gente tiene aficiones extrañas, parece que es una respuesta adecuada.

No se les da muy bien y son muy tímidos. Son muy aplicados, respetuosos, repiten todo lo que les dices, muestran interés, son bastante infantiles... Unos cuantos han estado en España, otros en América del Sur... Viendo ahora el país, creo que debe ser como un trauma para ellos el salir de aquí, es como un mundo infantil... De Japón a Méjico DF.

Ahhh, ayer me pilló el otro de los crepes. Los solía comprar en un sitio, pero descubrí otro muy cerca, algo más barato y además están calentitos. Así que traicioné al anciano. Cuando los compró en el otro sitio paso muy rápido no sea que me vea, porque seguro que se acuerda de mi cara. Aprieto el paso y medio escondo el asunto. Ayer por la noche, a vueltas del picnic, sobre las 22 horas, hice lo que tenía que hacer, y me confié. Con bocao y la boca llena me veo al anciano, que me mira, me señala su cartel y me dice algo en japonés... Con el dedo le digo así como girando, le digo en español que 'mañana', me sigue hablando y señalando su cartel. No sé, lo mismo me decía que los otros son una mierda, pero a mí me gustan más. A ver si me canso pronto de ellos porque me tienen prendado. A lo mejor se ha enfadado conmigo, pero no sé cómo decirle que están calientes y llevan trocitos de brownies...


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