Leo, con poco interés, que anoche pitaron mucho, a los reyes, el himno... A la tierna edad de 17, me di cuenta que no quería volver a España, que los toros, el sol y la playa, las tapas, las cañas y Pedro Almodóvar no eran para mí. Un amor patrio que se confirmó estas últimas elecciones generales. No he votado nunca ni lo haré, a no ser que sea para votar a mi padre, mi padre, mi hermana, Mia o a mí mismo. Pero no os creáis, por dinero votaría a cualquiera. En el exterior, mi amor se acrecienta, y me ponen en un aprieto siempre que me preguntan si echo de menos mi país, cuál es mi comida preferida, sobre el cine español... Espero que me sepáis entender.

Entré a este país el día 31 de marzo, hace unas 6 semanas, y me dispararon con una máquina que por lo visto medía la temperatura corporal y que por lo visto no funcionaba muy bien puesto que llegaba acalorado gracias a algún tipo de proceso virulento y a una pandilla de imbéciles que se sentaban detrás mío en el avión.