La asistente de panadería (a tiempo parcial) es simpática y habla unas palabras de español. Me ha dicho ya 3 veces que soy alto y guapo. Hoy le respondí que soy más listo que guapo, pero creo que no me ha entendido. Creo que no es eso lo que le interesa.

Esta noche aprendí a jugar al Mahjong, de verdad, de ese que se juega sobre la mesa con fichitas. Sonó Julio Iglesias (que también estuvo de moda en su día en Japón; Julio, ¡presidente del Gobierno! Ya). La semana que viene tengo cena, con posible karaoke (que sigue de rabiosa actualidad en Japón) y espero que Julio esté en el menú.

Hace unos días me regalaron algo que ha transformado mi alimentación. Se trata de un sobrecito (los hay de diferentes sabores pero la esencia es la misma) que lo echas sobre el arroz, y luego un chorrico de agua hirviendo y lo remueves. Fantástico. Lleva como algas y más cosas (pero cosa saludable, nada de porquerías químicas).

Me despido con Julio...

Soy aquel vagabundo que no vive en paz,

me conformo con nada, con todo y con más...

Y me gustan las gentes que son de verdad.
Ser bohemio, poeta y ser golfo me va...

Soy cantor de silencios que no vive en paz,
que presume de ser español por donde va...