Embutido ya en mi papel de samurái y de refilón (libro de Murakami), llega hasta mí el relato "Cita en el día del crisantemo" de Ueda Akinari de su colección Cuentos de la luna de las lluvias (1768).

El cuento narra la historia de dos samuráis que en poco tiempo se hacen grandes amigos, jurando amistad eterna y convirtiéndose en hermanos de sangre (o algo por el estilo). Antes de partir cada uno para su destino (servían a señores diferentes en diferentes lugares) acuerdan encontrarse de nuevo cuando florezcan los crisantemos, uno viajará y el otro esperará. El que tenía que viajar se ve envuelto en algún tipo de rencilla y es encarcelado (o algo por el estilo) y conforme termina el verano y llega el otoño (época en la que florecen los crisantemos) ve que no puede escribir a su amigo ni va a poder visitarle... Pero la promesa de un samurai no es algo baladí y esto hace que ceremoniosamente decida darse muerte, tras lo cual su espíritu viaja para visitar a su amigo, para después desaparecer.

La historia es bonita y yo la he contado apresurado. Creo que haciendo clic aquí la podéis leer.