Es verdad que tengo a 'Diego en Japón' desatendido. La fotografía digital irrumpe con fuerza en mi listado de aficiones.
Me quedan casi 2 semanas más de vacaciones de verano, comienzo el día 28. Dejé de dar clases el 15 de julio (aunque luego tuve exámenes y demás) así que se me olvidó lo que me traigo entre manos. El verano fue discreto, pero sólo en apariencia. He contemplado el resurgir de la nada de las chicharras y su canto matinal, su frenético fin (de un día para otro se acabó el ruido, y no sé si se autodestruyeron), el refresco vespertino y la sustitución del cricrí chicharrero por el cricrí grillero. He hecho algunas excursiones por los alrededores y visto sitios bonitos y muy bonitos. Le he cogido ojeriza a 1-2 personas y veo con buenos ojos la vuelta a las aulas.
Mi verano ha girado también en torno al kendo, 2 días a la semana y 5 de recuperación. Pasé ya la fase de practicar solo, dando palos al aire y ciertos momentos vergonzantes, pudiendo decir que sé todos los golpes y movimientos. Estoy en buen momento porque me dedico a pegar a los demás y a mí no me pega nadie. En principio parece fácil, no hay nada que parezca imposible de hacer, pero no se deja nada a la improvisación: la espada se coge de tal manera, se levanta así, golpeas así, mueves los pies que no corres sino que arrastras, el izquierdo nunca pasa al derecho, coordinación de grito-golpe-movimiento... Se me levanta la piel de los pies y de la mano izquierda y termino con dolor en todas las articulaciones. Hoy practiqué el último golpe con el senséi que afirma que ya los he aprendido todos, ahora sólo queda repetirlos y repetirlos. El de hoy era el más difícil, el corte al lado derecho del tronco, no vale cualquier parte, sólo la parte del lado derecho, más o menos a la altura del ombligo (como la parte donde está el huesecillo ese que si metes la panza sale para adentro). Se lleva una protección así que si golpeas bien no pasa nada, pero claro, con el cansancio la puntería falla. Es golpear, el medio-salto, el grito, el pasar al contrario... Todo a la vez. El paciente senséi se ha llevado unos cuantos golpes donde no tocaba, costillas, brazos y un par en la huevada. Le he pedido disculpas, pero me ha dicho que no me preocupe y ha seguido como si nada. Empiezo a entender el potencial de la espada. Hay otra disciplina que es el Iaido y que se practica sin 'armadura' y con una espada de verdad. No te enfrentas a nadie y se trata del aprendizaje y práctica y de un montón de movimientos precisos, el desenfunde, limpieza de la sangre... También me interesa.
Al final del entrenamiento nos contó la secretaria del club que la Policía anda detrás de un sujeto clasificado como 'criminial'. Yo vi un par de helicópteros y, en efecto, estaban patrullando. Al rato Antonio me ha informado de que se trata de un pertubado que va dando martillazos (parece ser que a dos mujeres).
Un par de fotos de unos edificios de mi barrio.
Un templo budista en otra parte de la ciudad.
Y pues no hay mucho más que contar. Shalom.






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