domingo, 26 de julio de 2009

Poca cosa. Ya he visitado un nuevo sitio para entrenar el arte del espadazo y me ha gustado. La chiquillada limpiando el parqué antes, un sensei anciano... Se respira más seriedad. El martés empiezo.

Hoy estaba buscando una tienda (sabía el barrio y nada más) y tras dar unas vueltas perdido le pregunté a un tipo que estaba reparando una moto. Me dio unas indicaciones que resultaron ser erróneas, al igual que las de otras 5 personas a las que pregunté. Total, me di una de dar vueltas tontas considerable, además con bochornazo. Pero, al rato, me veo al de la moto que viene corriendo hacia mí, pidiendo perdón y con un mapa y una foto de la tienda sacado de internet. Además, casi me acompañó hasta la puerta. En fin, que me estuvo buscando... Al final la tienda estaba cerrada, pero volveré mañana.

Y de regreso, el vagón del metro donde iba (bueno, no mi vagón, sino el tren, aunque no es un tren, en fin) ha arrollado a alguien. Yo no me he enterado de nada, llegó la policía y todo el equipo. Imagino que alguien se habrá tirado.

He aprendido a pedir 2 nuevos platos. Bueno, he aprendido a señalarlos en el menú y después de que alguien me lo tradujera. Un gran avance.

2 Comentarios.:

McFly dijo...

Don Diego, disculpe el atrevimiento, pero...¿dónde está ese menú en el que aparecen las entradas clasificadas por mes? En el Oriente Próximo era más práctico hacerle el seguimiento .Un saludo,

J.

Sandokán dijo...

Se ha eliminado todo lo superfluo en beneficio de la sobriedad...

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